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23 Julio, 2019 | Milanesa con Papas Fritas
Cuando vamos a un restaurante y pedimos milanesas con papas fritas, sólo vemos el plato terminado y nos limitamos a decir si nos gustó o no. Ese plato, que parece algo simple, tiene un proceso grande atrás que muchas veces no nos ponemos a pensar. A ese plato lo sirvió un mesero y lo preparó un cocinero. Este, a su vez, tiene un ayudante que pela las papas, y que seguramente ayude a los proveedores a bajarlas del camión una vez que llegan del mercado, quienes las compran a los encargados de cosecharlas, que tienen varios empleados que las levantan una por una de nuestra tierra. Y estamos hablando solamente de las papas, que se fríen con un aceite que lleva otra elaboración. Aún nos falta pensar en la carne de las milanesas y en el pan rallado para apanarlas. De todo ese gran proceso, entonces, apenas percibimos el producto final. Y lo juzgamos con total ligereza.
¿Por qué digo esto? Porque detrás de cada viaje, de cada empresa, de cada negocio nuevo, y por qué no, después de cada progreso, hay una gran historia de sacrificio y perseverancia detrás. Mucha gente me recuerda que a pesar de las dificultades que a veces cuento, al fin y al cabo estoy viajando y eso no puede hacerlo cualquiera. Pero esos viajes son parte necesaria de un proceso, que no sólo incluye la parte comercial, sino también la parte afectiva, restarle tiempo a mi familia, a mis hijas, a mis amigos.
Cuando la pantalla está funcionando se ve muy linda, pero detrás hay un proceso muy grande. Que va desde un viaje interminable a China para coordinar con el proveedor, pasando por el traslado de los componentes en barco, el ensamble en nuestras fábricas, y terminando con la colocación, la cual requiere un trabajo muy profesional por parte de nuestros empleados. Estas instalaciones muchas veces son en lugares cercanos, y otras tantas tienen que subirse a un camión y manejar dos mil kilómetros para que una nueva unidad de negocio se abra en algún rincón de nuestro país.
Siempre es bueno ver más allá del producto final, entender los procesos y valorar los pasos que permiten que ese producto terminado se vea lindo. Detrás de cada gran resultado hay una historia de perseverancia y sacrificio, y a veces está buen ponerse a pensar un poco en ello. 🦁

15 Julio, 2019 | Soledad
¿Alguna vez se sintieron solos? No hablo de una soledad prolongada, sino de una pasajera. De un momento. En los aeropuertos experimento esa sensación. Sé que a mi regreso me esperan mis afectos, mis hijas, pero en esos minutos o incluso horas, siento realmente lo que es la soledad.
No tener con quien hablar, con quien compartir un café o simplemente comentarle lo cansado que puedo estar. Mirar a mi alrededor y ver el mismo Free Shop que ya recorrí mil veces y que perdió toda sorpresa. Observar las parejas que emprenden un viaje o las familias que parten vaya uno a saber a dónde. Yo sigo ahí, en la nada misma, rodeado de gente que va para un lado y para otro, con decenas de locales comerciales para elegir. Pero no hay nada para mí en ese lugar. Sólo esperar. Y la espera, desespera.
Sin embargo, esa espera se transforma en riqueza. Porque cada aeropuerto que recorro y cada avión al que me subo es una fuente de trabajo más que se abre, un paso más para el crecimiento de mis empresas, una oportunidad más que va a ser beneficiosa para todos.
En Bolivia, en República Dominicana o donde el destino me ponga, pero también en Argentina, en mi país, donde elegí intentar cambiar las cosas desde adentro de la empresa. ¿Y cómo se hace? Dejando de ganar para seguir estando. Resignar rentabilidad a cambio de generar más puestos de trabajo. Ese es el mensaje que trato de dejar como empresario. Uno no puede tener más dinero del que le entra en el bolsillo, uno no puede vivir en siete casas a la vez. Para qué querés tanto.
Intento ser un empresario diferente, que lo que busca es que todos sean felices. Ese es el dinero que me hace falta. Ese dinero se transforma en felicidad. Felicidad al ver que compartís lo que ganás, para que la realidad de muchas otras personas sea un poco mejor. El día que ya no esté quiero partir dejando esta huella. Que mi sacrificio y mi forma de pensar diferente incentiven a otros a reflexionar y poner en lo más alto de sus prioridades una hermosa palabra: compartir. 🦁

12 Julio, 2019 | Junior Bahiano
Hace siete años me tocó pasar por una situación muy particular. Mi perro, Junior Bahiano, tuvo un problema en la mandíbula. Le había puesto ese nombre porque era un ovejero muy fuerte, con una garra terrible, igual que el defensor brasilero. Por este problema tuvimos que cambiarle la alimentación. Así, dejamos de darle su comida habitual para pasar a alimentarlo con bife de chorizo. No eran tiempos fáciles, la imprenta que teníamos iba mal y cada vez teníamos más deudas. Pero teníamos que darle lo que nos habían sugerido hasta que pudiera masticar bien, y por lo costoso del corte, nosotros pasamos a comer arroz todos los días porque sino no alcanzaba.
Esos recuerdos permiten que jamás me olvide de dónde vengo. De no bajar nunca los brazos porque al final del camino siempre hay una recompensa. Nunca hay que aflojar ni perder la humildad, eso es lo que más hay que tener presente en los tiempos de crisis. En todas mis empresas trato de llevar ese mensaje, darle para adelante porque con sacrificio y esfuerzo las buenas van a venir. Claro que no debe ser una cosa utópica ni romántica, todos tenemos que poner manos a la obra para que las cosas sucedan. A eso, como digo siempre, le llamo hacer política desde el lugar que a cada uno le toque. Nosotros, por ejemplo, tanto en Grupo Uno LEDcomo en Nexos Trading Argentina preferimos bajar la rentabilidad en estos años difíciles, pero no dejar de trabajar. No dejar de producir, de hecho mes a mes batimos récord de instalaciones de pantallas LED, pero ganamos menos. Nos mantenemos, y nuestros empleados tienen trabajo y pueden seguir persiguiendo sus sueños, que en definitiva de eso se trata nuestra vida y la de nuestras familias, ¿no?

21 Junio, 2019 | Un Nuevo Lugar
Hoy llegué a mi oficina y antes de empezar con mis actividades diarias me tomé unos minutos para pensar. Sentado en mi nuevo lugar de trabajo, sentí que era necesario mirar hacia atrás. Retroceder cinco años y medio y verme en un simple garaje, pintado de blanco, con un precario cartel que decía “Grupo Uno LED” y una pantalla 2×2. Así comenzó todo. Aquel garaje fue la piedra fundacional de una empresa que hoy tiene su lugar propio, de 1000 metros cuadrados con toda la tecnología e innovación.
Mientras cientos de imágenes pasan por mi cabeza como diapositivas, recordé los muchos locales que debimos alquilar, para este y otros emprendimientos anteriores. A cada uno lo acondicionamos y lo adornamos como si fuera nuestro, como si no hubiera un mañana en el que tuviéramos que mudarnos. Hoy ese lugar, que es un sueño no soñado pero sí esperado, es nuestro.
En la Argentina de hoy parece utópico contar esto desde una realidad palpable. En mi oficina, que por tenerla en un lugar propio como nunca antes me había pasado, la siento distinta, única, mía, que más allá de haber tenido un costo económico, la sensación de estar acá es impagable e incomparable.
Y lo más importante es haber formado esta empresa desde la base sólida de la familia, con Jessica, con mi papá, mis hermanos. Siempre desde la humildad y sin olvidar de donde venimos. Por eso, muchos de nuestros empleados superan los 40 años, una edad en la cual muchos saben que las puertas se cierran, nosotros se las abrimos, porque sabemos lo difícil que está la situación y sentimos satisfacción de ayudar a gente que está afuera del mercado. Mi viejo tiene 72 años, Roberto tiene 47, Pablo 40, José Luis 45, Hugo 50, Eliseo 42, Carina 40, Jorge 50… Y son solo algunos que pienso rápidamente como ejemplo. Es un orgullo para nosotros conformar una nueva gran familia en nuestra propia empresa.
Hoy no sólo yo veo diferente a mi lugar de trabajo. También nuestros clientes que nos visitan, que se sorprenden por la nueva casa, felicitándonos y agradeciéndonos por el trato. Por eso es tan importante mirar el pasado, valorar el presente y pensar el futuro, para seguir ofreciendo la mayor excelencia y tecnología en nuestros productos.
En nuestro nuevo lugar, que también es el de ustedes, seguiremos creciendo, que es la mejor forma de agradecerles a nuestros clientes por elegirnos día a día. 🦁

18 Junio, 2019 | Ganas de Ayudar
No todos tienen la posibilidad o la ganas de ayudar, pero si podés, hacelo. Es devolverle algo al destino, si él te lo dio, dalo vos también.
Demostrá que que se puede, y si llegás a fracasar seguí con la cabeza en alto, ya va a llegar. Eso también significa que triunfaste. Del fracaso se aprende, ayuda siempre.
Si no esperás nada a cambio la recompensa va a ser grande. Probalo y serás feliz.

5 Julio, 2019 | Mi Legado
Tengo el pulso acelerado y la respiración entrecortada. Un retraso en el primer vuelo hace que apenas baje del avión tenga veinte minutos exactos para abordar el siguiente. Así es mi vida. Y mientras la nave se eleva por los cielos rumbo a República Dominicana me pregunto lo que pocas veces me cuestioné: “¿qué hago acá?”.
En principio, la respuesta es simple. Estoy viajando para abrir un local de Nexos en dicho país, un hijito más en la familia. Inmediatamente se cruza la segunda pregunta por mi mente, “¿para qué?”. Acá las razones ya no son tan sencillas. Por un lado siento que no es algo que necesite imperiosamente. Pero pienso en mis hijas, a quien tengo lejos y extraño más que a nadie, y siento que esto que hago es por el futuro de ellas. Me da escalofríos el solo pensar que pueda llegar a faltarles algo como me pasó a mí, y esa es mi mayor motivación para seguir adelante. Ellas son mi motor, pero hay más.
Siento que tengo una misión, una voz que me dice “andá”. A Dominicana, a Costa de Marfil, a Bolivia. A donde marque el destino. Y esa misión consiste en generar más trabajo, algo tan necesario en estos tiempos. Esa es la característica de mis empresas, no sólo ayudar a las iglesias a equiparse con la mejor tecnología como hace Nexos en este caso, sino ofrecer trabajo y que nuestros empleados estén contentos y felices, con todas las comodidades que podamos brindarles.
No es fácil esto. Requiere de mucho sacrificio, no sólo del físico, sino también de estar alejado de mis seres queridos. Pero todo tiene sentido cuando pienso, y estoy convencido que así va a ser, que estoy dejando mi huella para que otros empresarios sigan el mismo camino, de repartir el dinero generando mano de obra.
Ese es mi mensaje. Mi legado más importante. 🦁

12 Junio, 2019 | Hombre Sin Traje
No hace falta tener un gran traje para hacer negocios, encajar con los que otros te dicen que tenés que hacer. Muchas veces me piden consejos, y si bien me pone un poco incómodo, me alegra porque quiere decir que la gente se siente identificada con mi historia.
Hace unos años tenía una imprenta a la que no le iba bien, pero un día atendí un llamado telefónico que me consultaba si vendía pantallas de LED, rubro que desconocía por completo, y dije que sí. La necesidad de caminar la calle y de no pasarla mal te lleva a eso. No sé si hay una fórmula, pero la perseverancia y la humildad son la base de todo. Y la familia, en la que siempre tenés que apoyarte para que las cosas salgan bien aún en los momentos más difíciles.
Creo que no hay que tenerle miedo al fracaso, prefiero arriesgar y perder, que quedarme con la duda de qué hubiese pasado si me animaba a hacer tal o cual cosa. Nos acabamos de mudar con Grupo Uno LED, luego de muchos años de esfuerzo logramos tener nuestro local propio, pero estoy seguro que esto es solo el comienzo. El futuro lo hacemos a base de trabajo y convicción. Siempre para adelante. 🦁

3 Junio, 2019 | Supervivencia
Para muchos viajar es una experiencia de placer, aunque en mi caso en más de una ocasión ha resultado una prueba de supervivencia. Acabo de regresar a mi querida Argentina luego de varios días en China, visitando las fábricas de proveedores de nuestras pantallas de LED, un viaje que realizo con asiduidad, y que en principio, puede parecer algo más bien cotidiano.
Sin embargo, vale la pena contar que no siempre estos viajes son tan sencillos, y que el sacrificio y el esfuerzo forman una parte muy grande de estos periplos. La primera escala la hice en Frankfurt, Alemania. No fue fácil el viaje. Como la tabla me llegaba hasta la mitad de la panza y me daba vergüenza decírselo a las azafatas, opté por no comer. Fueron 13 horas de vuelo en ayunas. Arribado al aeropuerto, en donde sólo se habla inglés o alemán, me las arreglé como pude para alquilar una habitación donde poder descansar unas horas. Tras medio día en Frankfurt, tomé el vuelo a Hong Kong. Y otra vez el mismo problema: la tabla no bajaba hasta donde debía hacerlo. No comí, pero sí tomé un té.
Una vez llegado a destino fui recibido por Estrella, mi traductora, que me hizo caminar 10 km por las calles de Hong Kong. Mis pies decían “basta”, pero las ganas de seguir conociendo otra cultura me impulsaban a seguir. Después viajé hasta Macao, y por último el destino final: Shenzhen, China, donde nuevamente tropecé con la misma piedra de toda la travesía: pedí un sándwich con mi escaso conocimiento de inglés y me trajeron uno completamente distinto.
Fueron cuatro países en apenas cinco días. Los problemas con el idioma, los dos días sin comer, la imposibilidad de comunicarme con la gente, el cansancio propio del viaje y el desgaste mental. Pero el objetivo estaba cumplido: visitar las fábricas de nuestros proveedores para seguir impulsando el crecimiento de mis empresas y darle a nuestros clientes la mejor calidad en los productos. Y esa satisfacción es la que hace que el cansancio, el tiempo lejos de la familia, la distancia que se hace más grande en lugares recónditos, las complicaciones para algo tan cotidiano como pedir una comida, tengan un verdadero sentido. Sin esfuerzo y sacrificio, no hay éxito. Así se construyen día a día Grupo Uno LED y Nexos Trading Argentina, que detrás de nuestros productos de excelencia tienen historias como estas, que merecen ser contadas. 🦁

1 Junio, 2019 | Oportunidades
Muchas veces, las oportunidades están más cerca de lo que creemos. Quizás a la vuelta de la esquina. O un par de pisos más abajo. Pero cerca, bastante más de lo que en un principio podemos suponer.
Estando ahora hace unos días en Shenzhen tenía que viajar hasta Ningbó con el propósito de comprar unas luces. El viaje no era nada sencillo. Debía tomar un taxi hasta el aeropuerto, luego un avión, más tarde me esperaba un viaje de dos horas y media en taxi, para finalmente llegar a las 2 de la mañana a destino. Siendo sincero, tuvo que convencerme Estrella, mi traductora, porque mi motivación era poca.
Luego de la ardua travesía llegué, por fin, a Ningbó. Con el cansancio a cuestas, visité la fábrica de luces donde pude adquirir la cantidad que necesitaba. Sin embargo, por tratarse de un lugar donde las fábricas están una al lado de las otras, decidí bajar unos pisos, quizás más por curiosidad que por tener alguna certeza, para saber qué más se fabricaba allí.
Y mi sorpresa fue grande cuando abrí una de las puertas y me encontré con otra fábrica, pero especializada en sonido. Al comprobar que era de una calidad completamente diferente a todo lo conocido, pedí hablar con el dueño. Sin embargo, había un problema: ninguno de los treinta trabajadores, ni tampoco los dueños, sabían hablar inglés, idioma que sí maneja mi traductora. Por señas, me fui comunicando con el responsable del lugar. Muy cordial, me invitó más de veinte tazas de té, el más delicioso que probé en mi vida. Finalmente, casi sin cruzar palabra pero entendiéndonos a la perfección, logré cerrar un negocio importante para adquirir un producto de excelentísima calidad para equipar las iglesias.
Sin proponérmelo, sin siquiera imaginarlo, abriendo una puerta hacia un mundo desconocido, ya que fui el primer hombre occidental en ingresar a ese lugar, me encontré con una oportunidad única para mejorar nuestro producto, que le da mayor crecimiento y prestigio a Nexos Trading Argentina. Porque de eso se trata, de buscar lo mejor para marcar siempre una diferencia que haga posible que nuestros clientes nos sigan eligiendo, y que aquellos que no nos conocen confíen en nosotros.Las oportunidades muchas veces están a sólo una puerta de distancia, quizás en el mismo lugar donde nos situamos, y sólo es cuestión de animarse a abrirla. Un mundo nuevo está esperando ser descubierto del otro lado.

24 Mayo, 2019 | Mis Raíces
No hay éxito sin sacrificio. Muchas veces las carencias y la misma necesidad sirven de impulso para lograr los mejores resultados. Porque ahí es donde uno se fortalece y se prepara para la vida. ¿Cómo se valora algo que se tuvo siempre? ¿Cómo se anhela lo que jamás nos faltó?
De chico era travieso, inquieto, de agarrarme a trompadas y de buscar todo el tiempo conquistar chicas. Todo eso me hacía olvidar que al momento de volver a casa la vida no eran tan feliz. No tenía lo que otros sí. Pero lejos de lamentarme por lo que me faltaba, me propuse conseguirlo.
Pedaleando durante 30 cuadras para llevar y traer verduras para el negocio de mi tío con apenas once años. Juntando botellas y quemando cables para vender cobre. Y un tiempo después, tomando una decisión difícil para mis catorce años: dejar el secundario para trabajar en una imprenta y ayudar a mi familia porque el dinero no alcanzaba.
Si algo me enorgullece hoy es no haber olvidado mis raíces. Y esta foto en al que estoy con mis hermanos y mi perrito en brazos me lo recuerda siempre. Muchas veces uno mira el plato servido, pero no ve como se cocinó ni los ingredientes que se utilizaron. Y hoy estoy convencido que esos ingredientes fueron los mejores, que sumados al tiempo de cocción necesario, dieron como resultado un verdadero manjar. Estoy muy feliz por los avances que vamos consiguiendo en la industria de las pantallas de LED, de cómo mis empresas van creciendo e innovando continuamente, pero al igual que antes, esto es solo el comienzo para seguir transformando las cosas. El camino es largo, y nos queda mucho aún por aprender y conseguir. Vamos por más.

13 Mayo, 2019 | La Heladería
Muchas veces creemos que por tener un buen producto el éxito está asegurado. Que con la calidad que uno ofrece alcanza para alcanzar los objetivos, sin tener en cuenta que llegar a la meta es mucho más que eso. Plantar la semilla es sólo el primer paso de muchos que hay que dar hasta que por fin termina de crecer la planta.
En el año 2010 decidimos abrir una heladería. En ese momento teníamos la imprenta pero necesitábamos juntar un dinero extra para poder iniciar el tratamiento para tener familia. Sin experiencia en la materia, y sólo motivado porque unos amigos tenían un negocio similar, realicé el curso de heladero. Descubrí que era bueno y elaboré un limón que les encantó a todos. Incentivado por un producto que sabía que era óptimo, decidí potenciarlo. ¿Cómo? Lancé una promoción de helado de limón junto con un champagne gratis. Llamé a San Juan y encargué mil botellas. Sentía que era esperar y que la gente me sacara el producto de las manos. El resultado fue inesperado: vendimos diez promociones, a diez botellas las tomamos, cinco botellas se rompieron y las 975 restantes las tuvimos que devolver.
La experiencia me dejó una enseñanza para toda la vida: nunca hay que subestimar al mercado. Por más que uno crea que es bueno en un determinado negocio y tenga un buen producto para ofrecer, antes debe pensar y analizar todas las alternativas para que ese producto funcione, como así también saber escuchar y atender las necesidades del cliente.

1 Abril, 2019 | Animarse
A veces tenemos que animarnos a vencer nuestros propios miedos. Nadie dice que el camino va a ser fácil, pero tenemos que decidirnos, nunca quedarnos con la duda de “qué hubiera pasado si…”. En el 2015 tomé por primera vez un avión que cruzara el océano. Me parece tan lejano, pero sólo transcurrieron 4 años. Hoy, que me paso gran parte del año viajando por varios continentes gracias a las pantallas de LED, todavía recuerdo con emoción ese primer viaje a China.
Por aquel entonces comenzábamos de a poco a hacernos fuertes con las pantallas aquí en Argentina, y me pareció que era el momento de viajar a Shangai para reunirme con representantes chinos y conocer sus propuestas. Me gustaba la idea de poder traer productos novedosos al país, así que con el apoyo de mi familia me decidí y me tomé un avión, sin tener ningún contacto ni hablar el idioma.
Desde chico soñaba con ir a China, conocer la muralla, vivir desde cerca una cultura tan diferente, con ciudades con ganta gente. Y casi sin darme cuenta me encontré cumpliendo ese sueño. Solo, en un lugar lejano, pero que me nutrió mucho. Aprendí cosas que hoy aplico a mi filosofía de trabajo en Grupo Uno LED: el servicio y la información al cliente son mucho más importante que la venta, que es algo que viene por decantación si cumplís la primera parte. Uno vende un producto, pero es importante ser sincero y ponerse del lado del comprador, atenderlo como nos gustaría que lo hicieran con nosotros. Esa es la bajada que le hago a mi equipo, en mis empresas nadie espera más de 10 minutos a que le demos una solución a su problema o respondamos su inquietud. Nos debemos a nuestros clientes, y estamos orgullosos de mostrarles a ellos nuestros productos

15 Marzo, 2019 | El León
El león pelea siempre hasta lo último, no le tiene miedo a nada. Se siente fuerte y poderoso, aunque a veces también un poco triste.
El león jamás sale corriendo, jamás deja de enfrentarse a quien sea. Por más que alguna vez pueda perder, va a seguir pelando, va a dejar todo.
Yo jamás bajé los brazos, jamás me rendí, nunca tuve miedo a enfrentar cosas nuevas en los negocios ni con mis empresas, por eso creo que uno se identifica con él.