Volver a Volar

16 Noviembre, 2020

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Sentimientos encontrados, por un lado la felicidad de llegar a Bolivia y ver a mis chicos después de 9 meses, y por el otro, triste por dejar a mis hijas y a todos los que me quieren en Argentina. Antes de tomar el avión, Orne y Bere me pedían que no viajara porque tenían miedo que me contagiara y me pasara algo feo. Tuve que contarles que soy su súper papá, que nada me va a pasar, que mi viejo desde el cielo me iba a cuidar. Todos los días le prendo una vela, y antes salir para el aeropuerto mis hijas se pararon delante de su foto y para pedirle que me cuidara.

Mi vida es así, arriesgarme a todo y por todos, uno creció gracias al apoyo de mucha gente, y me debo la obligación siempre de cuidarlos. Viajo por 23 días que serán eternos, pero debo hacerlos rendir al máximo. Vengo a Santa Cruz primero, a cumplir un sueño. Yo siempre hablo de los sueños y digo que los sigan porque algún día se cumplirán. Hoy quiero que Bolivia fabrique pantallas de LED, voy a hacer que nuestra empresa aquí también tenga 50 personas trabajando. A veces me dicen que estoy loco, pero mi locura siempre genera trabajo. Dios sabe que lo que yo quiero es hacer feliz a las personas, que tengan futuro y estabilidad. Que se las respete, cuide y mime. A veces, cuando cuento lo que quiero hacer, me miran como diciendo ¿estás loco? Y sí, muy loco.

Cuando llegué a Bolivia me vinieron a buscar Pepe y Willy. Perdón, no aguanté y los abracé. Lo mismo cuando llegué a la empresa. Clau, Pao, Pancho, Jasiel, los que estaban. Luego veré a Marcos y a Edddy. Mi corazón no me permitió cumplir el protocolo, mientras el otro lado en video llamada mis hijas me preguntaban cuándo iba a regresar. “Hijas, me fui esta mañana, faltan 22 días aún”. Sé que es difícil, pero en Argentina está cuidando la empresa la leona Jessica, la mamá de mis hijas. Juntos y con mucho esfuerzo logramos que nos fuera bien, sin haber estado con el mismo pensamiento nada de esto hubiera pasado. Y acá en Bolivia mi socio y hermano, Juan Pablo, que desde argentina también me pide que me cuide. Pero hoy el JBLB está presente más que nunca. Es hacer y conquistar, generar y compartir. Va a llegar el momento que la historia cuente que hay empresarios diferente que quieren que sus empleados tengan un futuro digno y en paz.

Bolivia, mi segunda, casa acá estoy. Te quiero, respeto y agradezco que aceptes como uno más. No te voy a defraudar y te demostraré que no te equivocaste. Las pantallas se iluminarán y se verán desde el cielo.

JBLB. 🦁