Suenan Campanas

21 Septiembre, 2020

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Levantarse a las 5 AM. Hablar con los proveedores de China. Seguir afianzando relaciones y demostrar solidez. Ellos se asombran por las compras que hacemos y me preguntan cómo está nuestro país. Cómo hacemos para sostenernos en estos momentos tan difíciles. ¿Cuál es el secreto? Mi respuesta es: sólo sé que estamos haciendo lo correcto. Siguen las charlas. Les mando mensajes a mis secretarias hasta que al fin logro llegar a la empresa un rato antes de las 8 de la mañana. Siento que mi cabeza explota de información y de ideas que tengo que transmitir. Tengo dos herramientas de trabajo: mi teléfono y mi cabeza. Mi letra es como la de un médico, pero la diferencia es que un médico entiende lo que escribe y yo no sé ni lo que pongo. ¡Escribo más rápido de lo que pienso y después no sé lo que puse!

Llegan los vendedores a las 9. Y a los 10 minutos suena un campanazo. Quiere decir que se realizó una venta. Al mediodía suena de nuevo y todos decimos ¡vamos, que siga sonando! Ese sonido es el llamado de lo positivo, lo bueno, el trabajo, el futuro. Es el llamado al éxito. Desde que pusimos la campana no deja de sonar. Una vez, un pastor amigo me dijo “Javi, ¿vos conocés la historia de la siembra?”. Le dije que no. Me la contó y quedé sorprendido. Muchos años sembrando. Sembramos amor, humildad, respeto, paciencia, prosperidad, valentía. Pero también fracasos, vergüenza. Pero hoy empezamos a cosechar. Cosechamos futuro. También trabajo y familia. Y la campana es el símbolo de esa cosecha en la empresa. Ese sonar hermoso que se transformó en la tranquilidad de todos. Yo creo profundamente en el sacrificio, en seguir ese sonido, el nuestro. Hoy es una campana. El tuyo puede ser una canción, una voz, un ruido de mar o el canto de un pájaro. Que el sonido te llame y te represente.

Cerrá los ojos y soñá. Hacé sentir tu corazón, que te hable, que te guíe. Lo dice uno que vivió todas y pasó por todas. Y no dejó de soñar y alentar a todos lo que leen esto. Guiá tu sentido, escucha tu corazón. No duermas. Quedate hasta tarde pensando. Madrugá pensando. Que te explote la cabeza buscando la salida. Así es un emprendedor. No tengas miedo de perderte un asado con amigos. No tengas miedo de faltar a una cita del colegio de tus hijos. Que ellos el día de mañana entenderán que pensaste en su futuro, que es mejor que el presente. Sólo Dios y tus logros sabrán que dejás todo para el bien de todos. Sólo los emprendedores sabemos lo que es el sacrificio de una familia. No te arrepientas jamás de eso. El destino pronto tocará tu puerta. La vida eso te lo garantiza.

JBLB 🦁