Nunca Reniegues de tu Pasado

26 Julio, 2021

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Cuando miro mi pasado y me pongo a pensar en todo lo que he vivido, en las cosas que me trajeron a este presente, todavía no lo puedo creer. Cuando viajo en avión, voy a hoteles lujosos o me encuentro con personas importantes, todavía no caigo. Superarme es la razón de mi vida, por mi y por los míos. Y cuando me dicen que soy diferente, un tipo común que haces cosas que otro no, ahora ya me creo que es verdad. Porque yo soy Javier, el mismo que juntaba cobre por las calles para conseguir un mango, o el que hace 8 años nunca había viajado al exterior. Hoy he demostrado, pero sobre todo me he demostrado, que se puede mejorar sin cambiar, que se puede ayudar siempre que confíes en vos mismo. Pero jamás tenés que romper la regla más importante de todas cuando llegue al éxito: nunca te olvides de cómo fue tu pasado y no reniegas de él.

Si frotara una lámpara y saliera un genio que me dijera “Javi, te concedo un deseo, elegí cosas que cambiarías de tu pasado”, me tomaría un tiempo para pensar y respondería: “Genio, si yo cambiara algo de mi pasado no sería quien soy hoy, y ¿sabés quién soy? Un tipo feliz, común, que tiene algo que contarle a las personas”. Sí se puede. Si modificara algo de lo que viví no podría contar cómo es salir del barro, no podría motivar a otros a seguir sus sueños como hice yo. Respetá siempre esa regla de oro para que en el presente puedas mantener los pies sobre la tierra. 

Antes de viajar para Bolivia, mi gerente general de ventas, me dijo: “Javi, ¿te pongo una TV frente a tu mesa de reuniones? Yo le dije que sí, pero le pedí un solo favor, que no dejara ningún cable a la vista. El día que llegué a Santa Cruz, entré a la oficina y lo primero que vi fue el televisor con los cables sueltos. Me enojé porque fue lo único que le había pedido, pero le expliqué mis razones. Cuando era chico yo vivía en una casilla de madera y tenía una tele blanco y negro con todos los cables a la vista. Una vez toqué el enchufe y me dio corriente. Casi me quedo electrocutado, así que desde ahí me juré que siempre escondería los cables por precaución. Esa, y tantas otras cosas simples, me marcaron en la vida y me ayudaron a ser ordenado, limpio y organizado. Porque se puede vivir en una casilla de madera y ensuciarte los pies con barro un día de lluvia para ir al baño que quedaba afuera, pero también cuidar y aprender esos valores.

Cada vez que llega alguien a la empresa, siempre nos felicita por tener todo organizado. Lo simple hace a lo importante, lo importante logra lo imposible, y lo imposible te lleva a la felicidad eterna. Para vos y para los tuyos, por eso hoy no solo te digo que no bajes lo brazos, sino que tampoco reniegues de tu pasado que seguro tiene mucho para enseñarte. Los logros no nacen con vos, se hacen con tus acciones. Vos sos el amo de tu destino.

JBLB.