¡No me fui!

8 Agosto, 2022

public/blogs/1660053279-Blog.jpg

Terminó la primera semana de agosto y sigo fuera del país. Hace unos días, cuando en mi posteo anterior escribí que estaba trabajando en Miami, muchos me trataron de vende patria, de troll y de tantas otras cosas más. Ahora estoy en Santa Cruz, Bolivia y en 7 días regreso a Estados Unidos y de ahí a Santo Domingo, República Dominicana, para recién ahí retornar a mi país a ver a mis hijos que tanto extraño.

Cuando alguien te ve afuera siempre piensa que abandonaste, que te fuiste y no siempre es así, hay que prestar un poco más de atención a las historias de las personas. Yo no soy político ni milito por ningún partido, yo voto como todos. El voto siempre lo hago con confianza, pero a veces no todos hacen lo que dicen, lo que no hace que me desenfoque en mi camino como empresario. Siempre me tengo que acomodar a los cambios, a las leyes, a los momentos malos o buenos. Todo dicen que si te va bien es gracias a este gobierno, y si te va mal, también. Osea, siempre es por alguien, lo malo o lo bueno, pero en mi caso personal no es así. Jamás pedí ayuda, ni en la época de pandemia. Preferí achicar mi dinero a quitarle oportunidades a quien lo necesitaba. Radical, peronista, de izquierda o quién seae, la verdad no me mueven de mis valores y convicciones. Yo soy diferente porque nadie me regaló nada, todo me lo gané junto a las personas que me acompañaron en mis locuras. Jessica, mamá de mis mellis, socia y compañera en mis empresas, y Juan Pablo, socio, amigo y hermano, otro loco más.

La política se puede hacer de otra forma, respetando a tu gente. Me mataron cuando dije que estaba afuera del país, pero se equivocaron, Argentina me enseñó a ser quien soy. El “lo atamos con alambre”, el “dejá yo sé”, el “sí como no lo voy a resolver”, el “tranquilo yo me ocupo”, el “tranqui, yo te lo consigo”. La necesidad de crecer y de ser alguien me llevó a donde estoy ahora, a dirigir empresas en otros países siempre con el negocio de venta de pantallas de LED, comerciales o para iglesias. Soy un empresario con un corazón que no es de piedra, y por eso mismo quiero transmitir energía positiva y contagiarlos. Hay formas diferentes de hacer patria, compartiendo y no siendo egoísta. Hace dos meses, las cuentas en el banco no estaban muy bien y le dije a Jesi “Che, te cuento lo que soñé”. “¿Qué soñaste?, me dice. “1.500 bolsas de juguetes y golosinas para conseguir 1.500 sonrisas al menos por un día”, le respondí. Un mimo al corazón. “No estamos bien”, me respondió, “pero dale, hagámoslo” Y eso es lo que vamos a repartir para miles de chicos y chicas en su día en dos semanas. Hoy no estamos en las mejores condiciones, pero igualmente compramos todo, sin pedirle nada a nadie. A veces tenés que ceder tus ganancias para que otros puedan seguir, aunque Argentina en este momento te lo pone difícil. O los gobernantes, mejor dicho. Pero para que yo pare de hacer lo que hago, de trabajar, de generar empleo, de dar alegría, de sacar una sonrisa o de motivar y mostrar camino al futuro, la única manera es dejar de existir. Pero seguro que si voy al cielo pongo una fábrica de pantallas de LED y le vendo pantallas a San Pedro, a la Virgen María y a Jesús lo pongo de socio. Yo a veces me siento muy solo y triste, como en estos momentos que estoy escribiendo. La soledad no es buena, hoy me levanté y ya ni sabía dónde estaba. Pero cuando giro mi cabeza 360 y recuerdo a todos los que me rodean y dependen de este loco digo JBLB y arranco nuevamente a full. Jamás bajes los brazos, siempre, en las buenas y en las malas.