Marketing Criollo

19 Abril, 2021

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El otro día un pastor en Bolivia me dijo que lo que yo hacía era Marketing Criollo, porque iba de país en país, de pueblo en pueblo, asesorando a las personas con tantas ganas y pasión. Y quizás algo de razón tiene. Sé que genero interés en los lugares a los que voy y la gente me escucha, y eso viene de la mano de buscarle la vuelta siempre ante la adversidad.

En la época que tenía la imprenta les hacíamos todos los folletos a una empresa de viviendas muy buena y conocida que se llamaba Viviendas Alegretti, propiedad de Norma y Rafa, dos excelentes personas. Tenían varias sucursales en todo el país, y un día llego a su empresa en Junín y la veo a Norma preocupada porque le habían robado en la sucursal de La Pampa. “Qué mala suerte che”, le digo. “¿Cómo controlás las sucursales?”, le consulto. “Por teléfono”, me dice ella. “¿Y no tenés cámaras de seguridad?” le pregunté, a lo que me respondió que no, y me consultó “¿vos ponés?”. “Obvio”, contesté. “Bueno presupuestame para todas las sucursales”, me dijo, y yo como siempre quedé en pasarle todo al otro día, aunque no tenía mucha idea. Salí de ahí y llamé a Gonzalo, un amigo que se dedicaba a las computadoras. “Che Gonza, ¿vos sabés algo de cámaras de seguridad?”. “Sí”, me dice. “Me salvaste la vida”, le digo por teléfono, “tenemos que instalar cámaras en 6 provincias”. Yo de cámaras sabía lo que venía en Crónica TV en los móviles, no tenía idea, pero no podía desaprovechar la oportunidad. Hicimos el trabajo, quedó muy bien, y todo se dio por la necesidad de intentar resolverle un problema que no era mío a un cliente.

La vida te pone oportunidades en momento difíciles y tenés que aprender a comprender. En esa época viajaba cada 15 días a entregar folletos. 230 kilómetros de idea y 230 de vuelta. Varias veces se me cerraban los ojos cuando manejaba, pero debía hacerlo, jamás tuve situaciones fáciles de trabajo en mi vida. Incluso hoy en Bolivia, con el esfuerzo que requiere tomar tantos aviones y estar lejos de mis hijas. Podría estar en casa tirado en un sillón gigante mirando una película, pero en vez de eso prefiero viajar y contagiar a mis compañeros con una revolución de energía positiva para que estén todos motivados y felices. En todos los paises que tengo empresas podríamos comprar las pantallas en China como hacen todos, revenderlas y listo, eso sería mucho más fácil que buscar generar, ensamblar las pantallas desde cero y generar mano de obra local.

¿Tengo que hacerlo? No, como cuando le consulté a Norma por las cámaras, pero no puedo evitarlo. Si se pueden mejorar las condiciones de todos debo hacerlo, esa es mi misión como emprendedor. Jamás hay que bajar los brazos, no lo hice ni nunca lo haré, así que nunca tires la toalla. Y si te derrotan, entrená para afrontar una nueva pelea que ya llegará esa victoria que tanto buscás, porque tu energía es la que va a marcar tu futuro. No pienses que tenés que dormir porque estás cansado, ya lo harás cuando dejes de existir, mientras tanto pensá, hacé, creá, compartí, ayudá, no te sientes esperando una ayuda. Eso es lo fácil. Jamás contarás la historia de tus triunfos si antes no perdiste. Siempre pensando que serás el héroe de tu historia.

JBLB.