Costa de Marfil

2 Julio, 2020

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Recuerdo cuando hice mi segundo viaje a Costa de Marfil, ya establecido y listo para trabajar con mis compañeros Paco, Leca, Sadia, Tincho, Cari, BA y Mesie BA. Yo paraba en un hotel internacional, más que nada por la comida. Aunque no lo crean, no como cualquier cosa. Cuando viajo, sólo hamburguesas o fideos, porque la comida típica africana no me termina de convencer.

Ese primer día me marcó para siempre. El tema es que estaba con un hambre que me comía una pantalla de LED, ellos me decían de ir de un lado al otro, y la verdad que no me animaba a comer ahí. En ese momento, justo veo un Burger King. ¡Frená!, grité. Esta es la mía, ahí quiero comer. Bajamos y quería todo. Imagínense que yo salía, por ejemplo, el lunes a las 21 horas de Ezeiza y llegaba a las 20 horas del otro día a Etiopía. Me quedaba a dormir y al otro día viajaba a Costa de Marfil. Días de mal dormir y comer mal. La cuestión es que pedí hamburguesas para todos. Empecé a comer sin siquiera levantar la cabeza del hambre que tenía. Pero en un momento miré a mis compañeros y ninguno comía. Le pregunté a mi traductora Cari qué pasaba y me respondió, Javi, ellos la guardan para compartir con su familia, porque esta comida es de ricos.

Juro por Dios que se me fue el hambre, me sentí devastado. Lo que para mí era una simple hamburguesa, para ellos significaba tanto. Me levanté de la mesa y le pedí a Cari que les diga que disfrutaran la hamburguesa y que luego se pidieran otras para llevar a sus casas y compartirlas con su familia. Y que, además, el domingo los esperaba en el hotel para pasar un día de campo, con piscina, parque y juegos. Ese domingo fue para ellos como ir a Disney. Yo estaba muy feliz por verlos felices, porque nunca habían estado en un lugar así.

Nosotros a veces tenemos delante nuestro algunas cosas que no valoramos lo suficiente y no le damos la importancia que se merecen. Una hamburguesa, una piscina o hasta un teléfono celular. Costa de Marfil me hizo valorar muchas cosas que antes daba por sentadas en mi vida. Y me hizo más fuerte para seguir mi lucha de JBLB . Hoy en estos momentos tan difíciles, sin mi papá que me se fue el 28 de febrero y esta maldita pandemia, que lo único que hace es traer tristeza, juro que no es para nada fácil atravesar estos días, pero miro a mis hijas y a todos los que tengo a mi alrededor y digo, vamos Javi, dale, vos podés, y arranco otra vez el día.

Es una batalla que sigo peleando y voy por la victoria, miedo no tengo. Porque mi cuenta es sencilla. Mirá a tu lado y hacé feliz a quienes te rodean, alentá, agradecé. Mirá a tu lado y hacá brillar a los que te acompañan y así todos seremos esos diamantes difíciles de conseguir.

JBLB 🦁