Orígenes

10 Mayo, 2023

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Hace unos días estaba en la nueva sede de Grupo Uno LED en Santiago del Estero, terminando detalles para la apertura de la empresa en esa provincia tan pujante y hermosa, cuando me senté a almorzar con los chicos que llevan adelante la construcción y arreglo del local. Pedí guiso de arroz con carne para todos, y les juro que cuando comí el primer bocado se me aparecieron mil imágenes en mi cabeza. Recuerdos de cuando era chico, diez u once años, y vivía en una casita de madera donde mi abuela preparaba esos guisos tan ricos. ¿Cómo puede ser que una simple cucharada de comida te transporte al pasado?

Es increíble esa sensación en el cuerpo que te traen los recuerdos, sobre todo cuando pienso en ellos y veo mi presente, giro mi cabeza al cielo y digo: ¡Gracias! Porque hago todo lo que imaginé y más, incluso lo que no me atrevía a soñar. Me explota el corazón de emoción al saber que muchas personas serán felices a mi lado con este nuevo emprendimiento, que con muchas familias compartiremos futuro y tranquilidad. Y que se suman a los que ya vienen acompañándonos hace varios años en Buenos Aires, Bolivia, República Dominicana y tantos otros lugares. El país está difícil, sí, pero la vida en sí ya es difícil, por eso yo creo que realmente hay una fórmula para cambiar esa pálida que se vive: Creer y confiar en vos. Siempre encontrarás la manera para hacer, para mostrar o para compartir, y esa es la palabra más importante de esto que estoy escribiendo hoy: Compartir. Si estás feliz, compartí una sonrisa, si estás enamorado, compartí amor, si estás vivo, compartí vida, si tenés la posibilidad de dar trabajo, compartí empleo, si adelgazaste, compartí tu dieta. Siempre hay que ser generosos, porque al final, todos vamos al cielo y ahí no nos llevamos nada. Ayudemos a ayudar. Cuando yo no tenía casi ni para comer, igual ayudaba. Hoy que estoy mejor, trato de dar esperanza generando trabajo. Dieciocho, cuarenta y cinco, sesenta años, gordo, flaco, lindo, feo, amarillo, negro o blanco, no importa ninguna condición, sólo el respeto y la educación con los compañeros y las ganas de ser diferente. Hoy tengo 49 años y sé lo que se siente estar fuera de un mal mercado laboral. Ojalá que tenga mucho trabajo y pueda seguir sumando familias a mi lado para que también lo tengan, esos son los sueños que les voy a cumplir. Por eso compartan. Compartir es la magia que nace del amor que genera tu corazón al cual llamarán “el gran mago del hacer”.

JBLB
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