Haciendo Historia

Muchas veces les cuento sobre situaciones difíciles que me tocaron pasar durante mi vida, pero hoy quiero contarles algo que me hace muy feliz. Acabamos de abrir nuestra segunda sucursal en Bolivia, en este caso en la La Paz. Es el primer país en el que logramos tener representación en dos ciudades distintas, lo que significa un gran crecimiento para Grupo Uno LED y Nexos Trading Argentina. Me alegró mucho el calor de la gente al darnos la bienvenida, que con esperanza recibieron nuestros productos que les van a permitir llevar adelante sus emprendimientos en vía pública o embellecer sus iglesias con nuestras pantallas de LED.

Siento que hacemos historia con nuestro trabajo, generamos empleo en todos los lugares a los que vamos, dando crédito a los negocios, cumpliendo sueños. El otro día estaba haciendo una presentación y de repente noté que ingresó Ariel Basteiro, el embajador argentino en Bolivia. ¡Qué orgullo que se haya hecho un tiempo en su agenda para escucharme! Lo que busco, además de tener un emprendimiento rentable, es generar futuro. Para quienes compran los productos y para quienes me ayudan a fabricarlos. Para ellos y para sus familias. Como yo, son unos leones, por eso cuando caminaba por la ciudad me detuve para sacarme una foto frente a dos esculturas que representan a este animal que tanto me identifica. Un león lucha hasta el final, defiende y cuida mucho de su manada.

Luego de esa presentación me tomé otro avión, ya perdí la cuenta cuántos en estos últimos meses, y me encontré en Santa Cruz de la Sierras con Sergio, uno de los dueños de Factory, un loco lindo, que sueña en grande. Admirable en sus ideas revolucionarias para destacar verdaderamente su estilo. ¡El Hombre Disruptivo! Juntos llevamos adelante una locura al estilo Las Vegas, instalando 65 metros de pantallas, algo que no existía hasta ahora en el país. Últimamente he viajado mucho y no conozco en Latinoamérica otro lugar como este en el que puedas sentarte a ver un espectáculo con tantas pantallas. Como digo siempre, uno tiene que tener 50 sueños y 50 metas, te las tenés que escribir. Y vas tachando a medida que las vas cumpliendo. ¿Por qué tantas? me preguntarás. Para que sean interminables, porque no hay que conformarse con una sola cosa. Yo creo que cumplí una de ellas, abriendo una sucursal en La Paz, en El Alto, donde muchas personas merecen tener esta tecnología de una forma accesible.

Los viajes son cansadores, obviamente. Sobre todo en los 4.200 metros de altura, y con mi estado físico. Caminaba despacio como si fuera un astronauta, dando pasos cortitos para no cansarme. Siempre digo lo mismo, sin sacrificio, esmero, paciencia y perseverancia, uno mucho no puede lograr. Esa es la herramienta para todo emprendedor que quiera hacer algo diferente. Ponerse las pilas, levantarse y arrancar el día dándole con todo sin bajar los brazos. Vengo de estar 15 días de vacaciones con mi familia, pero igual seguía atendiendo a los clientes, pese a que una de mis mellis, Berenice, me decía “papá, ¿no podés cerrar la empresa y que no te llamen por una semana así dejás el teléfono? Y la verdad es que ella tiene toda la razón, pero yo le expliqué que gracias a esos llamados nosotros estamos acá, juntos. Uno a veces pierde momentos importantes de la familia, pero lo que pasa es que cuando uno toma una responsabilidad tan gigante, en mi caso con más de 100 familias en diferentes países del mundo que dependen de mí, no puede dejar de ser solidario. Esa es mi forma de romper estructuras. Y voy a seguir por este camino.

JBLB