Cuentan los que saben...

Cuentan los que saben que todo pasa por algo. Dicen que las mariposas existen dentro de uno, que algunas veces están durmiendo y otras que hay raras situaciones que las despiertan. Y cuando eso pasa, empezamos a sentir cosas raras, cosquillas, sonreímos solos, pensamos e imaginamos. Nos agarra eso de querer apretar fuerte algo o abrazar fuerte a la almohada. O escuchamos música y cantamos, o bailamos solos pensando cómo sería si eso que imaginamos lo llevamos a la realidad. 

Los que saben cuentan que muchas veces se dan encuentros imaginados y soñados, que desbordan de pasión y amor. Según dicen, muchas veces perduran por toda la eternidad. El secreto es alimentar la pasión, hablar, escucharse, entender y amar. Los sabios de las mariposas creen que todo se puede si seguimos la línea del corazón. ¿Conocen la historia de la mariposa emprendedora? 

Todos pensamos o soñamos con lo mejor de lo mejor, con la vida perfecta, sin preocupaciones ni problemas. ¿Cómo hacemos realidad este sueño? Siguiendo la línea del instinto, de la perseverancia, del destino. Creyendo en uno mismo para demostrarnos qué tan locos podemos ser y enfrentar a cualquier gladiador que se ponga enfrente. El miedo no es una opción, fracasar tampoco. Sí podemos fallar, y eso es lo que nos tiene que alimentar a seguir y ser más fuerte. No todo será fácil, siempre tendrás tormentas en tu vida. Rayos, centellas, vientos fuertes, pero no te detendrás jamás porque ningún mal dura para siempre y ahí es donde salen tus puños de acero para derribar a los fantasmas que aparecen en tu camino. ¡Serás tan duro que ellos temerán de ti! Yo no tengo miedo y sigo apostando, creando, haciendo, compartiendo, viajando, apoyando. Mantengo mi mente ocupada para transmitir lo que he vivido, mi experiencia. De la nada se puede llegar, lo podés lograr, yo soy el ejemplo de que no todo debe ser perfecto en la vida para ser un empresario exitoso. 

Yo no tengo: 
Título universitario.
No uso saco y corbata.
No soy alto y flaco.
No hablo inglés.
No juego bien al fútbol. 
No encajo en los estereotipos del éxito. 

Pero sí tengo un gran corazón. Paciencia, respeto, responsabilidad, y, sobre todo, no tengo miedo al fracaso. Todos pueden llegar a cumplir sus metas o sus sueños. Te lo cuenta uno que comparte día a día sus locuras para que sepas que no todo debe ser perfecto para lograrlo. Jamás bajes los brazos.

JBLB amigos.
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