Berenice, Ornella y Thiago

¡Es él!
Cuando se habla de los hijos decimos y sentimos tantas cosas…
Decimos: doy la vida por ellos
Decimos: ellos tendrán todo lo necesario
Decimos: amor incondicional
Decimos: orgullosos de ellos
Decimos: toda la vida estaré a tu lado
Decimos: me sacrifico por ustedes
Decimos decimos, decimos y decimos…
Pero lo hacemos?
Tenemos que demostrar con hechos lo que hacemos por ellos!
Hoy mis ángeles Berenice y Ornella son las mellizas que dieron los primeros pasos a mi lado, pero Dios es tan grande que envió un tercer ángel, Thiago. Llegó junto a mi mujer Celeste, a completar mi harén de ángeles. Las mellizas con 9 años y Thiago con 10 años. La sangre no te da el título de padre o papá. La vida y los hechos te los dan. Thiago ingresó a mi corazón y merece todo de mi vida junto a sus hermanas. El amor de un niño a la persona que llaman papá es inmenso, y se devuelve con hechos, con paz y con tranquilidad. Nosotros, las personas ya grandes tenemos que hacer todo bien para ellos, tengan o no tengan tu sangre. Lo importante es lo que sentimos en el alma, que manda al corazón. La vida fue dada para disfrutar y compartir. Yo casi con medio siglo ya, me siento más joven que nunca. Orne, Bere y Thiago, me llenaron el alma. Me inflo el pecho al nombrarlos. Ellos conmigo hacen lo que quieren jaja! Obvio que se enojan con mis viajes, pero cuando estoy con ellos, los llevo al colegio y empiezan a jugar a ver quien me da el último beso, se pasan jaja!
Es mucho lo que los extraño pero también sé que ellos tendrán un gran futuro y un gran legado, y muchas historias que contar sobre su padre cuando ya no esté más.
Thiago es el tercero y será el igual a ellas. Comparto con todos para hacer consciencia sobre los hijos. La sangre no manda, manda el corazón y el alma.
Y dejemos legados e historias, que cuando seamos viejos, ellos seguro estarán presentes siempre.
JBLB