Julio 2001, partido de San Martín.
Alquilabamos una casa con pocos servicios y una máquina offset de imprenta, pero teníamos una luz de esperanza y las ganas de ser alguien. Jessica, con plena juventud, tenía más ganas de crecer que nunca.
No teníamos cama, no teníamos gas, no teníamos televisor, no teníamos heladera, pero sí teníamos ganas, metas y sueños. En nuestras cabezas, conquistábamos el mundo; en nuestra realidad, no alcanzaba ni para un kilo de carne.
Nunca olvides quién te alentó a ser lo que sos. Yo sé lo que es la tristeza, sé lo que es el abandono, pero también sé lo que es encontrar un hombro en quien apoyarse. Lo que has vivido marca el presente y nos enseña a aprender.
Un nuevo lema: EL HACER, CREA PROBLEMAS. Y a eso me dedico: a los problemas.
Generar empleo, dar esperanza, confiar en la sangre nueva. Pero todo lo que se hace bien trae problemas. Lo que no saben es que yo soy una MAZA GIGANTE, capaz de romper todo lo que se me ponga enfrente.
Cuando emprendés, cuando hacés, cuando te dedicás a ser diferente, brotan infinitas esperanzas para muchos, aunque algunos pocos lo aprovechan.
Septiembre 2024.
Ahora tengo una casa gigante con todos los servicios. Tengo TV, heladera, cama y una vida confortable, junto a mi esposa, Celeste. Jessica está igual, junto a su esposo, Mati. Después de 23 años de aquella historia, somos dos grandes empresarios, hechos desde la nada misma.
Nunca pienses que no podés. Nunca dudes de vos mismo. No tener, no te limita para no hacer. Todo está en las ganas que le pongas a ser diferente. Qué lindo es cuando empezás a lograr el éxito: se disfruta, se toca, se siente. Mirate al espejo y repetí: Yo puedo, yo quiero, yo digo, yo me atrevo, yo no dudo. Y salí con todo.
JBLB